Ya no son sueños: son piezas que respiran. 
Cada pieza es una declaración, ruidosa, deliberada y totalmente viva. 
Este es el tiempo presente de Defi: fugaz, salvaje y totalmente romántico.
 
Estas son las piezas que prendieron fuego: llevadas en las aceras, vistas en sueños y guardadas en miles de alfileres. 
No por accidente, sino por diseño. 
Cada pieza es un pulso del presente, hecha a medida para destacar y destinada a permanecer en la memoria. 
Popular no significa predecible. Estos looks rompen las reglas con suavidad, brusquedad y estilo. Son los susurros más fuertes de la temporada y la obsesión actual de Defi. 
Lo que llevan puesto. 
Por qué nos conocen. 
Bienvenido a Defi. 
 
 
   
 
 
 
 
 
 
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
    