En 2014, con los mercadillos callejeros de Bali y la cultura del surf como telón de fondo, un diseñador decidió salirse de la corriente dominante. Trabajando solos en un pequeño banco de trabajo, cortaron y cosieron cada prenda a mano, decididos a demostrar que la ropa de calle podía ser duradera y útil.

Se corrió la voz entre los lugareños, que apreciaban piezas tan únicas como ellos: prendas hechas para moverse de forma diferente, con un ajuste que no necesitaba un logotipo para hablar por sí mismo.

Durante años, Defi Design existió como una labor de amor de una sola persona. Cada gota era pequeña, hecha con intención y vendida a una pequeña comunidad. La demanda siguió creciendo y, en torno a 2020, quedó claro que se necesitaban más manos para mantener el ritmo.

Un sastre local unió sus fuerzas, lo que permitió ampliar el taller y mantener al mismo tiempo una producción pequeña y personal. Al mismo tiempo, un paquete con la marca Defi cruzó el océano por primera vez: nuestro primer pedido internacional.

El gran punto de inflexión llegó a finales de 2023 y principios de 2024, cuando entraron en escena nuevos socios que creían en la visión de Defi. Con su apoyo, lanzamos nuestro primer sitio web oficial y obtuvimos acceso a una red de más de una docena de instalaciones operativas en varios continentes.

Por primera vez, Defi podía compartir su ropa de calle en pequeños lotes con personas de todo el mundo sin comprometer la calidad ni la ética.

Muchas cosas han cambiado desde aquellos primeros días en Bali, pero nuestros valores no. Seguimos diseñando para personas que se mueven de forma diferente, eligiendo tejidos pesados y cortes limpios en lugar de tendencias pasajeras. Seguimos insistiendo en los lotes pequeños y en la producción artesanal, para que cada prenda sea considerada y personal.

Aunque nuestro alcance se ha ampliado, seguimos centrándonos en la autenticidad por encima del volumen y en la creación de comunidades por encima de las modas pasajeras.

En la actualidad, Defi es una marca mundial en crecimiento, pero en muchos sentidos, aún está empezando. Le invitamos a unirse a nosotros mientras escribimos el siguiente capítulo de la historia que comenzó en un simple banco de trabajo en Bali.

Llevar nuestra ropa como debe llevarse: con determinación, confianza y sin concesiones.

Cuando piense en Defi, queremos que lo primero que le venga a la mente sea nuestra calidad, no el valor de nuestro nombre.

Bienvenido a Defi.